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Nuestro café

Café Tradicionarius

El café que se sirve a los establecimientos Tradicionarius y el que se vende en la tienda es un café fruto de una mezcla de granos de muchos países diferentes. La mezcla exacta es uno de los secretos mejor guardados por parte de los expertos cafeteros de una de las empresas con más experiencia y solvencia del mundo: NESTLÉ. Y si bien es cierto que Nestlé como compañía vende otras mezclas de café directamente al consumidor final en tiendas y supermercados, el café que servimos y vendemos en Tradicionarius tan sólo se puede conseguir a algunos selectos establecimientos especializados del mundo de la hostelería y la restauración, mediante Nestlé Profesional.

Tradicionarius Descafeinado

Nuestro café descafeinado es una de las mezclas mejor conseguidas del mundo de los cafeteros más exigentes. Todo el proceso para conseguir sacar la cafeína del café se controla de manera estricta para no perder los principales atractivos de los mejores granos de café de cada cosecha.


Historia

El mundo del café ha sufrido, últimamente, un cambio sustancial con la aparición de las cápsulas de café. En apariencia, una nueva manera de hacer café, más limpia y rápida, pero... ¿Y el aroma? ¿Y la cremosidad? Parece ser que todas aquellas cosas que siempre habían sido los atributos de un buen café por excelencia han quedado relegados a un segundo término, y detrás de una modernidad a base de anuncios publicitarios con atractivos actores.

En Tradicionarius, fieles a nuestra filosofía por recuperar los valores de siempre, queremos reivindicar la pureza de un buen café, preparado de manera tradicional. Tanto en nuestros establecimientos como casa de nuestros clientes.

Igual que con la historia del té, que podemos encontrar diferentes versiones de su origen, en el café nos pasa exactamente el mismo, a pesar de que está demostrado que su origen es africano. Si hacemos caso a la leyenda más famosa, según dicen las historias tradicionales pases de padres a hijos, el descubrimiento del café se remonta a Kaldi, un pastor africano que observó como sus cabras estaban con más energía después de comer las cerezas rojas de café que crecían en un arbusto. Y, como no podía ser de otra manera, él también las probó y comprobó su efecto estimulante.

La planta de café tiene su origen al antiguo territorio de Abisinia, actual Etiopía El café pasó de Abisinia a Yemen y Arabia a través del tráfico de esclavos y de la ruta comercial y de peregrinaje con la Meca. Los árabes desarrollaron un proceso de cultivo y de procesamiento del café que guardaban en secreto, para evitar que se exportara cualquier planta fértil. Paralelamente, en la Meca se abrieron los primeros “kaveh kanes”, unos establecimientos donde se servía café y que rápidamente se extendieron por el mundo árabe, convirtiéndose en lugares muy frecuentados para hacer vida social.

En el siglo XVII, los holandeses exportaron entonces de la planta del café a las colonias de Indonesia, donde empezaron a cultivarlas y a exportar el producto a través de su compañía de las Indias Orientales, convirtiéndose en los principales exportadores de café en Europa. En el Antiguo Continente se popularizó rápidamente el consumo de café, dando lugar a las primeras cafeterías modernas. Debido al éxito del nuevo producto, los europeos trajeron plantas de café a las colonias tropicales de América Latina y establecieron plantaciones en Brasil, Colombia, Venezuela, la Guayana Holandesa o las Antillas Francesas en el siglo XVIII. Y hasta hoy podríamos decir que millones de personas se han deleitado con un café en algún momento de su vida.

Características

El café está formado por 800 compuestos químicos, que dependiendo de su proporción y naturaleza, le otorgan una especialidad diferente. El aroma del café viene determinado según la región donde se cultive, el tipo de suelo, el clima y los métodos de procesamiento utilizados.

La producción de café empieza cuando los frutos de la planta llegan a la madurez, entre 9 y 11 meses dependiendo del tipo de planta. Se recolectan de forma manual y selectiva y se procesan inmediatamente siguiendo un método seco, húmedo o semi-húmedo. Una vez están los granos secos, se tuestan, momento en el cual desprenden su aroma.

Preparación

De nada sirve haber cuidado y mimado los granos del mejor café si a la hora de la preparación no se respetan algunas normas básicas importantes. Y la primera de ellas es que nada de cápsulas. A poder ser, el café antes de prepararse tiene que ser recién molido, pero atención! No tiene el mismo punto de molida el que nos tomamos a un establecimiento Tradicionarius, que el que nos llevamos en casa para prepararlo con nuestra cafetera, por eso verás tantos molinillos de café a nuestras cafeterías.

Y si nos ha sobrado café, para preservar sus calidades lo tenemos que guardar a la nevera muy bien cerrado, de manera hermética, para que no le entre humedad. La temperatura del agua también es muy importante. A las cafeteras profesionales la temperatura se regula con facilidad, pero en casa la mejor manera de conseguir el punto óptimo del agua es usando una cafetera italiana, como las de toda la vida.

Si mezclamos el café con leche, la preparación de la leche es también muy importante, tanto por el punto de calentamiento como por el aireado de la leche antes de mezclarla.

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