Nuestro té

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Hay pocas cosas en el mundo como el Té. Una bebida con más de mil sabores y propiedades que hacen que se consuma a todos los países del mundo en todo momento. Hay quien dirá que el Te está de moda, pero es una moda que comenzó hace casi 5.000 años y que aún dura. El Té es una combinación entre la tradición y modernidad. Un revitalizador natural, tanto físico como espiritual que nos aporta uno de esos grandes placeres de la vida al alcance de todos.

Historia

En cuanto a la historia del Té, podemos encontrar tantas versiones como libros y portales de Internet. No obstante, parece que todos los historiadores están de acuerdo en que las primeras menciones sobre el té aparecen a la literatura china sobre el 2700 a.C.

Pero los que le quieren poner más romanticismo a la historia dicen que, de todas las leyendas sobre el origen del té, la verdadera se remonta en la China del 2737 a.C., a la época del emperador Shen Nung. Dice la leyenda que el emperador chino se encontraba hirviendo agua junto a un árbol y el calor del fuego secó algunas de las hojas más altas del árbol, cuando de repente un golpe de viento hizo que algunas hojas del árbol cayeran dentro de la olla, dándole al agua un color dorado con un sabor y un aroma diferente a todo el que había probado nunca. Cuando lo bebió, lo invadió una sensación tan reconstituyente al emperador que se le escapó el grito "T'sa", que más o menos viene a significar "esto es divino", y hasta hoy al té en China se lo denomina "Cha".

Pero si haces caso a los indios, te dirán que la verdadera historia del té nace en la India hacia el año 500 dC, cuando el monje Bodhidharma, fundador del budismo Zen, hizo un voto sagrado de no dormir durante 7 años. Después de 5 años ya no podía ganar al sueño y desesperado cogió las hojas de bajo el árbol donde estaba meditando, se llenó la boca y el efecto estimulante de las hojas lo hizo recuperar la energía, y así pudo cumplir su voto sagrado.

En Japón, la historia es parecida a la hindú pero algo más trágica. Dicen que Bodhidarma hizo la promesa de meditar durante 7 años, pero una noche se quedó dormido. Cuando se despertó, se enfadó tanto con él mismo que se cortó los párpados y las echó en el tierra. De repente, los párpados se convirtieron en un árbol con unas hojas verdes. Bodhidarma entendió que aquello era una señal y se preparó una infusión con aquellas hojas, recuperando la energía. A aquel lugar acudió gente de todas partes para degustar el sabor tan delicioso y divino. En la escritura japonesa, los caracteres de los párpados y del té son los mismos. El té se convirtió en la bebida nacional japonesa el 621 dC, a pesar de que ya llevaba más de un siglo en el país, convirtiendo la hora del té en toda una ceremonia especial con hasta espirituales.

El consumo de té se hace muy popular y se extiende por todo el continente asiático, y en el siglo XVII llega a Europa gracias a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, y poco después con la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, quién lo graba con grandes impuestos. El té se populariza en Holanda, Inglaterra, Irlanda y Rusia, y más tarde llega a América, siendo una bebida muy popular entre los colonos europeos. La importancia que adquiere el té al nuevo continente es determinante, puesto que se convierte en la primera chispa de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, cuando en 1773 se produce en Boston el que se conoce como el "Motín del té", una revuelta de los colonos contra los precios abusivos del té por parte de la Compañía Inglesa de las Indias. Este primer enfrentamiento suscitó más revueltas por el territorio, que desencadenaron en la guerra entre las trece colonias inglesas en América y el Reino de Gran Bretaña. Al 1869, con la apertura del Canal de Suez, se rompe el monopolio británico y los alto precios del te pasan a la historia. Empiezan entonces a surgir las primeras marcas y compañías de té, y con la mejora de los transportes y del comercio internacional, lo te acaba llegando en todo el mundo.

El arbusto del té

El arbusto actual del té (Camellia sinsensis), tiene su origen en dos plantas primarias. El Thea Sinsensis de China, y el Thea Assamica de Assam (India). Estas dos plantas han sido hibridadas una y un otra vez hasta conseguir una planta mucho más robusta con un té mucho más fi y aromático.

No obstante, la calidad final del té no sólo depende de la planta en si, sino también del lugar donde se cultiva, sino también de su particular climatología y el posterior tratamiento de las hojas del té. Y es precisamente en el tratamiento de las hojas donde está el gran secreto de la calidad final del té. Ya empieza a la época de la recolección, con el dicho “Dos hojas y un brote”. Dos hojas y un brote es el óptimo que se tiene que recolectar para un té de primerísima calidad. Se puede recolectar mucho más y aprovechar la planta, pero entonces ya no sería un té Tradicionarius.

A diferencia del café, que se acaba de elaborar en la planta de fabricación, todo el proceso de elaboración del té se lleva a cabo en la misma plantación, y es después cuando se exporta a los diferentes países consumidores.

Características

Los beneficios del té son muy extensos y conocidos. Es una bebida hipocalórica, rica en sales minerales, que favorece la ingesta de minerales y reemplaza los líquidos perdidos; contiene flúor, para proteger los dientes; es diurética; es estimulante, por su contenido en cafeína; y contiene antioxidantes y pequeñas dosis de vitaminas A, B, C, E y P.

Preparación

Hay infinidad de maneras de preparar el té, y la mejor es, sin duda, la que más le guste a quien se lo tiene que tomar. Pero hay algunos consejos generales sobre cómo prepararlo, independientemente de que cada té disponga de sus recomendaciones particulares.

El agua tiene que estar casi a punto de hervir pero sin llegar en su punto de ebullición. Esta norma general no se aplica al té verde, puesto que se recomienda dejar hervir el agua y después esperar a que repose. Una vez ponemos el té dentro del agua, hay que esperar unos 3 minutos. Si lo sacamos antes de los 3 minutos, lo té tendrá más propiedades estimulantes, y si dejamos pasar más de 3 minutos, la propiedad principal será relajante. Especialmente en el té verde, se pueden hacer más infusiones con el mismo té, consiguiendo que poco a poco se vaya perdiendo el sabor áspero.

Tipos

Tal y como ya hemos comentado, el té se extrae de las hojas del árbol Camelia Sinesis y se cultiva en climas cálidos y húmedos. Según la manera de tratar las hojas del té, la intensidad del tueste o el grado de fermentación, se pueden obtener muchas variedades de té.